Un terremoto sacude el baloncesto venezolano: José David Hernández Fernández, actual director deportivo de Brillantes del Zulia (SPB) y exdirector de Guaros de Lara, fue imputado por el Ministerio Público por su presunta participación en un desfalco millonario que derivó en la suspensión del histórico equipo Guaros de Lara en la Superliga Profesional de Baloncesto (SPB).
El caso, que ha causado indignación nacional, también involucra a Merlyn González, trabajadora vinculada a la estructura operativa del club. Ambos fueron imputados por el Ministero Público, por los presuntos delitos de agavillamiento y fraude, mientras que Jose David Hernández enfrenta además el cargo de apropiación indebida calificada.
La crisis financiera que llevó al colapso del equipo larense no fue producto del azar, sino de una conspiración interna cuidadosamente orquestada. La peaquisa apunta queJose David Hernández Fernández habría sido uno de los principales autores del esquema fraudulento, donde se detectaron operaciones irregulares, impagos a jugadores y desvíos de fondos que golpearon a uno de los clubes más emblemáticos del país.
La pesquisa también apunta a patrocinantes y colaboradores que no cumplieron sus compromisos económicos, lo que agravó la crisis y contribuyó a la suspensión del equipo. Se investiga si estos actores fueron cómplices directos de una trama destinada a desestabilizar la institución.
El impacto del desfalco va más allá del ámbito deportivo. La suspensión de Guaros de Lara, único club venezolano en conquistar la Copa Intercontinental FIBA (2016), representa una herida profunda al orgullo nacional y al prestigio internacional del baloncesto criollo.
Guaros de Lara fue además bicampeón de la Liga de las Américas (2016 y 2017), campeón de la Liga Sudamericana (2017) y bicampeón de la LPB (2017-2018). Su suspensión, producto de la corrupción y la traición interna, ha sido descrita por fanáticos y especialistas como “el mayor golpe al deporte venezolano en la última década”.
Hoy, la hinchada larense exige justicia. El país entero observa cómo un acto de desfalco y conspiración se hilo sobre el equipo que llevó el nombre de Venezuela a lo más alto del baloncesto mundial.
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