Una anciana de 80 años guardó durante unos meses el cadáver de su amiga fallecida y después se deshizo de él, abandonando los restos en el interior de una maleta en una calle de la comuna de Ñuñoa, en la capital chilena, Santiago.
El cadáver fue encontrado el lunes. Si bien al principio se sospechaba de un acto a manos del crimen organizado, el miércoles las autoridades dieron a conocer que el cuerpo no tenía signos de violencia y que el hecho involucraba a dos amigas que habrían realizado un “pacto”.
Según el subprefecto de la Policía de Investigaciones, Juan Fonseca, la investigada identificada como Lorenza Ramírez y la fallecida Erica Fernández, que tenía 59 años, se conocieron en una parroquia cuando prestaban servicios.
“Eran laicas consagradas. Mantuvieron una amistad y ella manifiesta que le tenía mucho cariño y que habían hecho un compromiso entre las dos que ninguna iba a denunciar si fallecían. Ella informa y se refiere a este pacto en el sentido de que ellas no se iban a denunciar y no iban a realizar inscripción, y que se iban a cuidar una a otra hasta el último de sus días”, indicó.
La mujer, que fue imputada por inhumación ilegal, decidió sacar el cadáver después de la llegada a casa de una de sus hijas. “Frente a la probabilidad de que descubriera esta maleta con el cuerpo de su amiga es que decide dejarla en la calle. Esa es la única explicación lógica que tenemos hasta el momento”, explicó Francisco Lanas, fiscal a cargo del caso.
En las cámaras de vigilancia quedó captado el momento en el que la mujer, vestida con el hábito, arrastra la maleta que contenía los restos.